TORREJÓN “PA” LOS
CHINOS
San Juan de Luz, 07-04-2025
(Lectura rápida 😊)
Publicado en El Independiente:
La presencia militar estadounidense se redujo en España
con Felipe González para disgusto de Washington. Abandonaron las bases
aéreas de Zaragoza y Torrejón, manteniendo su presencia en Morón -aérea- y Rota
-naval o aeronaval-. Morón parece ahora de menor interés para los americanos,
aunque en caso de crisis, esencialmente por el Mediterráneo, puede activarse
más. La base de Rota interesa a los EEUU por estar junto al Estrecho de
Gibraltar mientras no se sientan más cómodos en una marroquí como algunos temen
que pueda pasar porque, aseguran, Marruecos sería un país más fiable para los
EEUU que España con la que nunca saben si de verdad van a poder contar en el
tablero internacional.
A España le interesa que EEUU esté en Rota porque el mantenimiento
de esta base esencial para nuestra Armada se nutre de fondos para
infraestructuras aliados y para obtenerlos es importante lo que digan desde
Washington en la Sede de la OTAN en Bruselas (que no Cuartel General como dicen
los que no consiguen distinguir ambos conceptos), así como en el principal Cuartel
General (ahora sí) militar aliado en Europa (SHAPE) situado en Mons, también en
Bélgica.
La reducción entonces de la presencia militar estadounidense
fue una de las tres condiciones del referéndum de 1986 de permanencia en la
OTAN. Otra fue no ingresar en la Estructura Militar Integrada aliada. Con buen
sentido y la abstención de un PSOE que no se opuso a ello en el Parlamento, fue
arrinconada por Aznar en 1997.
Sigue vigente únicamente la condición de no
introducir ni almacenar armamento nuclear en nuestro país y
vaya usted a saber que le ocurrirá en el futuro. Si de verdad lográramos una Defensa
Europea, igual habrá que arrinconarla también en función de que lo requiera una
disuasión nuclear europea. Que no se inquiete ningún pacifista porque no está
claro que un país sea más vulnerable a un pepinazo nuclear enemigo por tener
armas nucleares en su territorio. Por no tenerlas puede ser incluso un objetivo
más apetitoso para el enemigo para lanzar un “aviso” en aplicación de una
doctrina gradual de empleo nuclear.
Fue Zapatero quien volvió a incrementar la
presencia militar americana en España al acordar con el Secretario de Estado de
Defensa de los EEUU, Leon Panetta, en Bruselas en 2011, el incremento de
buques estadounidenses permanentemente fondeados en Rota, vía consolidada y
aumentada luego por Rajoy y Sánchez.
Se trata actualmente del fondeo de hasta seis cruceros
americanos configurados para el escudo antimisiles europeo de la OTAN
además de disponer de otras capacidades. La contribución española a ese escudo
es la referida autorización a la presencia permanente de esos buques que usan Rota
como su base principal. Una contribución -la nuestra- logística bien valorada por
la Alianza ya que este escudo permite proteger mejor en Europa a los aliados
europeos y a los militares de EEUU y Canadá en nuestro continente. Una razón
estratégica importante y no comercial o industrial si bien nada más firmar con
Panetta se enfatizó por parte española que la presencia de los buques
norteamericanos era un plus para los astilleros de Cádiz que se ocuparían de su
mantenimiento.
Una constante de nuestros dirigentes
políticos es la de tratar a los españoles en las cuestiones estratégicas como a
débiles mentales por temor a pacifistas, ecologistas y
entreguistas de todo pelaje. Vamos a operaciones militares de la ONU, de la UE
y de la OTAN, pero más que subrayar que nuestros soldados se juegan la vida por
mantener nuestra seguridad, la paz o por una causa justa, como hacen los Presidentes
franceses o de otros países, se destaca que ocupamos posiciones de poco riesgo
para que nadie se inquiete. Nuestros políticos le tienen miedo a la verdad o se
achantan ante la extrema izquierda como con Yolanda al no ir a la misión de
la Unión Europea en el Mar Rojo de protección a la navegación contra las
acciones de piratería por parte de los Hutíes teledirigidos por Irán.
La política en materia estratégica son responsabilidad de
Presidencia, de Exteriores y de Defensa. Son parte de nuestra política exterior
y ésta ha de explicarse claramente a la opinión pública, sin tapujos y en el Parlamento.
Debiera de ser una política de Estado. Claro que es difícil de establecer
cuando una parte esencial del Gobierno quiere salirse de la OTAN y hasta reniega
de la Unión Europea: de la una, dicen sin probarlo, por belicista, y de la
otra, afirman algunos, por capitalista. Todavía deben de soñar con un comunismo
como el fenecido de la Unión Soviética por ineficaz e injusto o como el de Cuba
que persiste para desgracia de los cubanos.
Ahora nos disgustamos con Trump porque
nos hace pagar nuestra defensa, pensamos que quiere arruinar nuestras economías
y regaña con malos modos a Zelenski, aunque analistas serios consideran
que no está tan loco, que lo suyo con los aranceles es táctico para buscar
nuevos equilibrios comerciales más favorables a EEUU. Veremos.
Vietnam, donde fabrican la
mitad de la producción de Nike, acaba de eliminar los aranceles a las
importaciones de EEUU y Musk habla ahora de forjar una zona de libre
comercio alrededor del Atlántico Norte. Mientras tanto nos rearmaremos los
europeos al verle por fin las orejas a Rusia, el oso imperialista del Este. En
rio tan revuelto Madrid parece acercase a Beijing a pesar de las reservas
de la UE. ¿Podríamos dar un paso más y ofrecer Torrejón a los chinos como una
etapa militar de una Ruta cualquiera de la Seda?
Carlos Miranda, Embajador de España