viernes, 12 de diciembre de 2025

BOCINAZOS A EUROPA

BOCINAZOS A EUROPA

 

                    Madrid  11-12-2025

 

Publicado en El Independiente

https://www.elindependiente.com/opinion/2025/12/10/bocinazos-a-europa/

 

 

Con Trump se abrió un foso entre EEUU y Europa que el último informe de Seguridad de la Casa Blanca ha profundizado, indignando a muchos políticos y comentaristas europeos que, sin embargo, parecen reaccionar como viejas familias venidas a menos que reclaman la atención de antaño.

Ciertamente, el informe considera que Europa está en decadencia, pero eso es bastante cierto si bien ciertos análisis y remedios aconsejados son erróneos. Kaja Kallas, Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, acepta que el informe es acertado en algunos puntos, pero Europa necesita más autocritica y reaccionar coherentemente. 

Son tres bocinazos a Europa en lo que va de año. Dos de los EEUU y uno de Rusia. Washington exigiendo gasto en defensa y, ahora, juzgándola negativamente. Moscú acusándola de querer prolongar la guerra en Ucrania. ¡Hay que reaccionar!

Durante la Segunda Guerra mundial las bajas americanas en Europa fueron unas 250.000 (en el Pacífico fueron unas 160.000), muchos enterrados en cementerios en nuestro continente, como otros que murieron antes por las democracias europeas en la Primera Guerra Mundial. Indiscutible el sacrificio estadounidense por Europa sin olvidar la contención de la Unión Soviética cuando la Guerra Fría. 

No debe extrañar, pues, que un Presidente americano exija que los europeos se armen para comprometer de nuevo a sus soldados en nuestro continente. “¿Si no gastas lo suficiente en tu propia defensa como quieres que mande yo a mis soldados a sacrificarse por ti?”. ¿Alguien puede criticar en esto a Trump? ¿Quién no diría lo mismo en sus zapatos sin perjuicio de que a Washington tampoco le interesa una Europa a merced de Moscú?

El informe señala que Europa es cultural y estratégicamente esencial para los EEUU y fundamental el comercio transatlántico. Otros Presidentes pidieron a los europeos durante varias décadas con buenos modos rearmarse. Estos solo han atendido al que lo ha hecho dando un bocinazo con malos modos. ¿A quién hay que criticar más, al del puñetazo en la mesa o a los que hacían oídos sordos? Otros juegan con el fuego. Alemania está instalando una cúpula antimisiles como la israelí con empresas de EEUU e Israel, los dos países con los que Sánchez se ha distanciado.

Trump quiere acabar con la guerra en Ucrania. ¿Alguien quiere proseguirla? Ningún país europeo está dispuesto a mandar a sus soldados a luchar con los ucranianos. Se les ayuda, y ya es un compromiso serio frente a Rusia y más si se emplean los activos rusos congelados en beneficio ucraniano, un tema muy delicado. Además, los ucranianos ya han ganado esta guerra porque Putin quiso acaparar toda Ucrania y ha fracasado.  

Conservará probablemente lo ocupado. Así Moscú salvará la cara. Es el precio de Ucrania, que no puede reconquistarlo, por su libertad y su inserción en el mundo occidental donde prosperará más que Rusia. Téngase en cuenta, también, que Crimea siempre fue rusa desde Catalina la Grande y que el Donbas no era muy partidario de alejarse de Moscú.

El plan de los 28 puntos de Trump es una aproximación para una paz posible, pero los europeos enseguida lo desestimaron por prorruso y quieren corregirlo en función de principios sin duda acertados como, entre otros, que las fronteras no se modifiquen por la fuerza, pero por los que no están dispuestos ahora a enfrentarse en el campo de batalla contra Rusia.

Es cuando llegó el bocinazo de Putin, intimidando a Europa con una guerra. La respuesta solo podía ser una: “No nos amenace porque estamos preparados”. Los europeos no han de bajar la guardia y armarse. De ahí el 5 % del PIB de aquí a 2035 aprobado por los aliados incluyendo España. Fuentes americanas admiten que lo importante es cumplir con las capacidades militares que la OTAN requiera, pero dudan que el 2,1 % bastará para ello. Washington exige también rearmarse a sus otros aliados por el mundo. El reparto de cargas ha de ser equitativo.

Los 28 puntos de Trump podrán retocarse, pero con realismo. Evidentemente, ha de ser Ucrania la que acepte las concesiones necesarias. La cuestión es si continuar la guerra sabiendo que Rusia no se retirará de los territorios ocupados (un 20% cuando lo quiso todo) y que Ucrania no puede recuperarlos.

¿Es imprescindible que Ucrania ingrese en la OTAN? ¿No es un ejército de 600.000 efectivos (ahora, en guerra, tienen 800.000) capaz de defender a Ucrania cuando Polonia tiene uno de 250.000? ¿Algo impide que los Aliados sigan armando y ayudando a Ucrania? Tras el encuentro en Londres con Zelensky de Starmer, Macron y Merz emana que una cuestión esencial son las garantías de seguridad para Ucrania en el futuro. ¿Hasta dónde estarán los europeos dispuestos a comprometerse por Ucrania?

Fíjense en Finlandia. Al principio de la 2GM Stalin la invadió para recuperar el antiguo Ducado que fue de los Zares y que se independizó aprovechando la revolución bolchevique. Los finlandeses resistieron, perdieron un 20% de su territorio, pero conservaron su libertad para desarrollarse en el marco occidental y ser más prósperos que Rusia.

En cuanto a los europeos, deben pasar de la actual UE a un Estado Federal Europeo. Cuanto antes. No gustará a Trump ni a Putin una Europa unida y fuerte, pero el diálogo transatlántico, vital para Europa y los EEUU, sería más equilibrado. ¿Serán capaces nuestros políticos europeos de cumplir? Pueden dudarlo, pero ahora hay que acabar con la guerra en Ucrania lo que beneficiará a todos. No olviden Gaza, donde Hamás no quiere desarmarse poniendo en riesgo la paz. ¿Venezuela? Corina Machado recibe su Premio Nobel de la Paz.

 

Carlos Miranda, Embajador de España

 

 

 

sábado, 6 de diciembre de 2025

¿ES ESPAÑA EUROPEA?

¿ES ESPAÑA EUROPEA?

 

 

                    Madrid, 06-12-2025

                    (Lectura rápida 😊)

 

 

Publicado en La Discrepancia:

https://ladiscrepancia.com/es-espana-europea/

 

 


Si ladra como un perro, es un perro. Si maúlla como un gato, será un gato. ¿Es España europea? ¿Sorprendente pregunta? Igual la respuesta no es tan clara. No basta estar en el continente ni tampoco ser ahora una democracia. Si los demás se comportan como un perro y tú como un gato, entonces no eres perruno. ¿Será España el país más anómalo de Europa, como pensaba un gran filósofo español, o puede que ni siquiera sea europea?

Actualmente, los europeos son esencialmente fruto de la civilización greco-romana y de la cultura judeocristiana moldeada por la Ilustración (que no parece haber impactado en el Islam sin perjuicio de que también ha influido esta otra cultura en Europa), y partidarios de una economía de mercado bastante determinada por el mundo anglosajón. Todo ello conforma una pauta. España está en la punta suroccidental de Europa, pero los Pirineos parecen aislarnos. Estuvimos en la Europa Central y del Norte con los Habsburgo porque esa dinastía tenía allí intereses, pero los españoles fueron más bien mediterráneos y americanos con la adición filipina.

Tras las guerras napoleónicas España quedó muy aislada de Europa. Salvo dos breves aventuras con ingleses y franceses en México y en la entonces Conchinchina, no participamos en los avatares europeos de los siglos XIX y XX. Aprovechamos económicamente la 1GM por nuestra neutralidad sin apoyar, pues, decididamente a las democracias occidentales (Francia, RU, Benelux y EEUU junto a la Rusia aún zarista) frente a los Imperios centrales (alemán y austriaco) y otomano. En la 2GM nos aliamos con Hitler, en principio solo contra Stalin.

Tras la derrota de Alemania, Italia y Japón quedamos a la deriva. No éramos una amenaza ni contábamos. Ni democracia, ni plan Marshall, ni UEO, ni Consejo de Europa, ni OTAN, ni el germen en Roma de la actual Unión Europea. Nada. Quedamos colgados de árabes y latinoamericanos. Nos salvaron las remesas de la emigración española a Europa y los turistas veraniegos. Descubrimos, entonces, que en Europa eran europeos y nosotros, no.

Tras la muerte de Franco quisimos serlo, aunque no plenamente. Mercado Común, sí, y OTAN, de entrada, no. Singulares, como siempre. Seguimos queriendo ser europeos, pero no occidentales porque, entonces, hay que sumar a los EEUU que no gustan mucho sobre todo en la izquierda y menos en las extremas izquierda y derecha con la excepción de Trump para Abascal. ¿Se puede ser europeo y no ser occidental? Pues no, pero en España los hay que deben creer que sí.   

En efecto, algunos no se enteran. El ministro Cuerpo pretendió presidir el Eurogrupo (¡nada menos!) después de que Sánchez ninguneara a Trump y a los demás aliados (¡que son europeos!) con lo de no cumplir el 5 % en gasto de defensa que, sin embargo, firmó, comprometiendo a España. Nosotros siempre diferentes y con el catalán a cuestas como idioma de la UE a nuestra costa, no del gobierno catalán. Eso suplica la diplomacia española siguiendo instrucciones de Puigdemont. Aislados, pero teniendo siempre razón. Esto último se lo creen quizás en Moncloa donde miran sobre todo a Yolanda, Arnaldo, Oriol, Aitor, Carles y Pablo, ese con el que nunca se acostaría Pedro. Ahora es Pablo el que no quiere acurrucarse con él mientras Pedro llora de rodillas ante Carles para que no le abandone.

Cuerpo se retiró. ¿Quién le votaría? Los europeos nos ven ahora más de reojo y los americanos invierten menos en España y nos cortan accesos informativos reservados por ligar demasiado con Huawei y China. Si tus amigos se van por un lado y tú por otro, mejor quédate con ellos para estar bien acompañado. ¡Mantente con la familia! Discute en su seno, pero no te apartes de ella.

Demasiadas veces parecemos no ser europeos, ni occidentales. Si queremos una Europa unida y fuerte (federal) habrá que hacerse a la Europa más predominante que representan principalmente Alemania, Francia, Italia, el Benelux y Polonia en temas de seguridad, amenazada por Rusia como toda Europa, sin olvidar al Reino Unido, aunque esté fuera de la UE. Hay que dejar de ser una excepción.

Pactemos con los europeos y quedémonos junto a ellos. No conviene actuar infantilmente alejándose de los colegas en la foto oficial de la Cumbre aliada para pretender ser diferente. ¡Menuda estupidez siendo la cuarta economía de la UE!

El futuro de Europa está en su unidad y asociado al mundo occidental que incluye a EEUU y a otros países no europeos como Japón, Australia o Corea del Sur entre otros. El futuro de España está en esa Europa y no regalando las joyas de la familia como pueden certificar en Waterloo.

Si los españoles no nos europeizamos más y no nos vertebramos decididamente en la Unión Europea, seguiremos siendo anómalos como decía Ortega y si bien hemos de cuidar los países iberoamericanos no hay que hacer de esa relación una que nos aparte del mundo eurooccidental. Si nos reconocemos en el grupo de Puebla, Trump tendrá razón al calificarnos de país BRIC.

 

Carlos Miranda

Embajador de España

 

  

viernes, 28 de noviembre de 2025

¿PARA QUË?

 ¿PARA QUÉ?

 

                    Madrid, 28-11-2025

                    (Lectura rápida 😊)

 

En La Discrepancia:

https://ladiscrepancia.com/para-que/

 

 


Fernando de los Ríos viajó a la Unión Soviética en 1920 para ver lo que pasaba en Rusia e informar a sus compañeros socialistas españoles. En aquel entonces la URSS era un espejismo atractivo para las izquierdas y más aún para aquellas complacientes con las revoluciones que ingenuamente creían liberadoras.

Su informe fue negativo y acabó produciendo el abandono del socialismo por los comunistas. “Bon débarras”, dirían en francés”. ¡Menudo alivio! Una de las causas del rechazo de Fernando de los Ríos fue lo que le contestó Lenin cuando el español le preguntó acerca de la libertad individual: “¿Para qué?”. Parecerá anecdótico, pero fue lapidariamente revelador.  

Sánchez estará en la misma onda cuando vemos que por tercer año consecutivo no tendremos unos presupuestos del Estado viviendo con los aprobados en 2023. No los hubo en 2024 ni en 2025 y, ahora, tampoco en 2026.  

¡Inaudito! Una de las guías tras el franquismo fue abrirnos hacia las democracias siendo las ejemplares las de la Europa Occidental. Sin embargo, esta sana aspiración se ha visto truncada por los gobiernos Frankenstein, cualesquiera que sean sus miembros, tengan incluso, o no, muchos brazos, tres pies o ninguno.

Allende pirineos la no aprobación de unos presupuestos, la ley que guía la actuación de un gobierno y facilita su control democrático, provoca enseguida cambios de gobierno y la convocatoria de elecciones. La prórroga de unos presupuestos es una fórmula provisional para no tener que cerrar la Administración y suspender los pagos del Estado como ocurre en los EEUU.  

Continuar gobernando con las cuentas atrasadas es un fraude al espíritu de la ley, de la democracia, de la Constitución y, en nuestro caso, también al de la Transición. Eso no les importa a nuestros gobernantes. “¿Presupuestos? ¿Para qué?”, debe de ser la pregunta que se hace Sánchez y la respuesta que el mimo se da y nos da.

Gobernar sin presupuestos, o con unos casi prehistóricos a los efectos contables, será muy revolucionario para la nueva falsa progresía que gobernará legítimamente, pero trastocando la esencia democrática en esta materia y puede que en otras porque da la impresión de que la gobernanza actual de España está regida esencialmente por dos líneas poco recomendables de actuación, una interna y otra internacional.  

La primera es sencilla. Se está a lo que digan las fuerzas nacionalistas y separatistas sin cuyo apoyo Sánchez no habría llegado a la Moncloa. Puigdemont es la clara, pero no única, expresión de ello. La propia Ministra de Hacienda ha declarado que el presupuesto depende de su beneplácito! Se amnistía sin una base sólida consensuada y constitucional. Otras cesiones se elaboran en este ámbito centrífugo y puede que haya otros pactos aún desconocidos.

Una reciente revelación de Koldo levanta, quizás, una persiana que de confirmarse pudiera ser preocupante. Koldo afirma mientras Sánchez y Otegui niegan. Ábalos corrobora que es cierto y que antes de la exitosa moción de censura de 2018 que nos trajo a Sánchez, éste se entrevistó en secreto con Otegui en un caserío cercano a Bilbao. ¿Llegaremos a saber la verdad? ¿Estará en juego la autonomía del Reino de Navarra? Si fuese cierto, ¿Por qué se ha ocultó este encuentro? ¿Es un campo minado que pudiera provocar dimisiones ineludibles?

La segunda línea de actuación afecta a nuestra política internacional. En este caso Frankenstein está a lo que exija la extrema izquierda. Lo vemos con las políticas gubernamentales en las relaciones con los EEUU, Israel y la postura en la OTAN o respectó de China en las que una moderación compatible con discrepancias como vemos en otros europeos más prudentes da paso a una exagerada disidencia respecto de posturas occidentales y europeas que nos ha llevado a no estar incluidos en círculos decisorios sobre temas europeos sensibles como el de Ucrania. En el caso de Gaza hemos contemplado actitudes antisemitas, incluso violentas, como con la interrupción por energúmenos de la Vuelta a España porque competía, con todas las bendiciones oficiales, un equipo apadrinado por un judío canadiense influyente.

Gobernar sin presupuestos es ningunear al Parlamento y a los ciudadanos. Para disimularlo nada como una polarización desde arriba hacia la ciudadanía despreciando las lecciones de la Historia, pretendiendo modelarla con decretos o una legislación lejos del consenso para dictaminar lo que ocurrió en el pasado, dificultado uno de los grandes logros de la Transición, la reconciliación.

Por eso, el consenso es despreciado. ¿Para qué? Como dice Alfonso Guerra, no se entiende que el PP sea el enemigo y Bildu el amigo. Si Fernando de los Rios levantara cabeza, el socialismo sanchista le asombraría tanto como el leninismo.

 

Carlos Miranda

Embajador de España

 

 

sábado, 22 de noviembre de 2025

UN GRAN REY

 UN GRAN REY

 

                              Madrid, 22-11-2025


Publicado en: El Independiente

https://www.elindependiente.com/opinion/2025/11/22/un-gran-rey/   



 


Este sábado 22 de noviembre se cumplen cincuenta años de la proclamación de Juan Carlos I como Rey de España. El Rey padre, como prefiere que le llamen ahora en lugar de emérito, solo lo celebra almorzando hoy con su familia en el Palacio Real de El Pardo donde ahora suelen alojarse Jefes de Estado de visita.

La conmemoración formal tuvo lugar ayer por razón de agendas oficiales. En el Palacio Real de la Plaza de Oriente, Felipe VI impuso por la mañana el Toisón de Oro, la mayor condecoración española, a su madre, Doña Sofía, y a tres representantes de la Transición pacífica de la dictadura a la democracia: Felipe González, Miquel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón. Ya le fue impuesto en su día a Adolfo Suárez. Después, los Reyes asistieron con sus hijas a un acto académico en el Congreso de los Diputados al que solo decidieron acudir el PP y el PSOE, los dos partidos mayoritarios. ¿Alguien puede sorprenderse?

Rodolfo Martin Villa, ministro cuando el “Régimen” se estaba agotando, un entonces joven “azul reformista o aperturista”, y, luego, también ministro de la UCD con la Monarquía, ha dicho recientemente que “Hubiera sido deseable que los políticos de ahora se sintieran hijos de la Transición y no nietos de la Guerra Civil”. Refleja así la polarización que, desgraciadamente, sufrimos ahora por culpa de mandatarios con escasa memoria histórica.  

En su discurso en las Cortes el 22 de noviembre de 1975 Juan Carlos I habló de “crear un consenso de concordia nacional”. Desde entonces la palabra consenso ha sido clave para llegar en concordia desde la dictadura hasta la democracia, a un “Régimen del 78” que algún agitador quiere denigrar aflojando las tuercas con esta definición, pero que es el fruto de una Constitución aprobada por los españoles en 1978 y que preside el periodo más longevo de una convivencia nuestra en paz.

Necesitará reformas, como también la Ley Electoral, pero no darle la vuelta como a un calcetín o tirarla a la basura como llegan a pedir revolucionarios que solo acaban sustituyendo injusticias. La fortaleza de la Transición fue precisamente la de elegir reformar en lugar de una ruptura. Con el consenso, que demanda sacrificios a todos, se pudo construir una convivencia con unas reglas de todos para todos y no solo de unos para los demás.  

Juan Carlos I fue fundamental para ello pues siempre actuó para que volviera la democracia a España, empleando sus prerrogativas para acabar convirtiéndose en el primer servidor de los españoles como Rey constitucional de una Monarquía Parlamentaria tan democrática como cualquier otro régimen democrático occidental. Ni una cortapisa autoritaria desde la Corona que en su servicio a España confiere estabilidad y garantiza también el cumplimiento de la Constitución.  

Lo demostró Juan Carlos I con ocasión del golpe de Estado de 1981 cuando utilizó los resortes a su disposición, con un gobierno y un parlamento secuestrados, para que fracasara la asonada. Felipe VI supo recoger el testigo y fue quien, ante la pasividad de La Moncloa, advirtió que en Cataluña se estaba dando un golpe de Estado parlamentario para establecer una República independiente anticonstitucional.

Juan Carlos ha sido uno de los mejores Reyes de España. Su desempeño “profesional” lo certifica constantemente. Ha actuado siempre constitucionalmente por el bien de España y de los españoles materializando así su declarado cariño por nuestro país. La Historia le juzgará de este modo y se diluirán en la lejanía aspectos privados de su vida que disgustaron a la opinión pública.

Prima su faceta como Rey y hemos de considerar que vive ahora lejos en una soledad que siempre ha sido suya desde que con 10 años fue entregado por su padre a Franco para ser educado en España lejos de su familia y no en el exilio, para hacer de él un español más, no uno desarraigado por vivir en el extranjero.

Una soledad que se agudizó cuando aceptó por sí solo la sucesión de la Jefatura del Estado como Príncipe de España y tuvo que esperar a que Franco muriera, un periodo personal, dinástica y políticamente difícil con bastante aislamiento por parte de los que aún mandaban.

Luego, como Rey, la soledad le ha seguido acompañando como a cualquiera que no tiene a quien acudir para descansar sus responsabilidades y debe afrontarlas personalmente. Una soledad que puede explicar sus errores personales de los que se muestra arrepentido.

Ha tenido, y tiene, una vida sacrificada sin perjuicio de otras compensaciones. Es uno de los Grandes Reyes que hemos tenido y su hijo Felipe VI va por ese mismo camino al tiempo que prepara para ello a la Princesa de Asturias, Doña Leonor, nieta del Rey padre, un Rey también abuelo.  

 

Carlos Miranda

Embajador de España